Se celebra en abril, aunque antiguamente también se celebraba en marzo, debido a que está ligada a la celebración de la Semana Santa. Cada año, la noche de Sábado Santo a Domingo de Resurrección se “decoran” las fachadas de cal de las casas donde viven chicas solteras con motivos en forma de ramos, generalmente de color azul. Las Aleluyas, tradicionalmente se preparan disolviendo en agua polvos llamados de “azulete”. La mezcla se lanza sobre las fachadas de cal con ayuda de un cazo o de frascos de cristal. Antiguamente, cuando la mayoría de las fachadas del pueblo eran de cal, cuando en la misa del Sábado al Domingo, el sacerdote proclamaba: “¡El Señor ha resucitado! ¡Aleluya! ¡Aleluya!” los mozos se lanzaban a la tarea. Lo normal era que los novios se dedicaran a proteger las fachadas de las casas de sus novias.