Ayuntamiento de Cózar

Ayuntamiento de Cózar

  • Iglesia de San Vicente Mártir

     

    La iglesia parroquial de San Vicente Mártir, de Cózar comenzó a ser construida a finales del siglo XV y se terminó en la segunda década del siglo XVI, periodo de transición del Gótico al Renacimiento. Posteriormente fue sometida a la restauración de las partes dañadas que le aportó una decoración neoclásica, obra de la escuela académica de Ventura Rodríguez. Fue declarada Monumento Histórico Artístico en 1983.

    La advocación del templo es la de San Vicente Mártir, diácono del Obispo San Valerio, a quien se consideró vencedor durante la Edad Media de todos los vicios carnales, además de dotado de las virtudes de la sabiduría, la limpieza de corazón y la constancia.

    De planta rectangular, el interior está compuesto de una sola nave muy alta con una capilla a los pies. Está construida en piedra de sillería de arenisca rojiza, aunque en algunos puntos el muro está construido con mampostería. En el exterior se pueden apreciar contrafuertes que se complementan con columnas adosadas en el interior para soportar el peso de las bóvedas, que son de crucería sencilla, y a tono con el resto de elementos. La cubierta es a dos aguas, con teja curva. A los pies se encuentra la sacristía del siglo XVIII y en la parte superior el coro apoyado en ménsulas.

    La torre es de tres alturas y se encuentra adosada en el lado de los pies. Se compone de cubiertas a cuatro aguas sin capitel. En su tramo superior se encuenta el campanario con cuatro vanos dobles de medio punto, uno por cada lateral. En su interior alberga dos campanas. La pequeña, de 180 kilogramos fue donada por la Hermandad del Santo Cristo en 1955. Tiene una inscripción en latín que dice: “Alabo al Dios verdadero, llamo al pueblo, concrego al clero, lloro a los difuntos, hago huir las malas nubes y alegro las fiestas”. La campana mayor pesa 300 kilogramos y tiene nombre propio: Santa Bárbara. Fue fundida en 1732 y es la que se utiliza para dar las horas del reloj. Durante décadas tuvo una gran fisura que fue reparada alrededor de 1994, lo que mejoró su sonoridad. La parte superior de esta torre contiene, desde hace ya cerca de un siglo, el reloj oficial que marca el transcurrir de la vida de Cózar. Este posee un sistema de contrapesas que se encuenta en impecable estado.

    En su interior destacan la pila de agua bendita y la pila bautismal. La iglesia también posee un órgano, aunque éste se encuentra en ruinas.

    Pueden apreciarse, además, símbolos y escudos de la Orden de Santiago en diversas partes de la fachada y el interior. Esta iglesia no posee las quince estaciones del Vía Crucis, pero en su lugar podemos hallar quince cruces de la orden de Santiago con números romanos sobrepuestos.

    Destacan las portadas de acceso. La puerta principal está abierta por un arco de medio punto con dobles columnas clásicas sobre alto plinto. En ella se representan escenas del Calvario

    La puerta norte se compone de arco de medio punto adovelado, con doble roseton avenerado en las enjutas.

    Se sitúa en una plazuela en la que confluyen tres ejes viarios con forma de tridente. Se trata de la ampliación barroca de un trazado antiguo medieval situado en las cercanías de la Plaza del Santísimo Cristo, muy próxima a la antigua Casa Consistorial. Se repite en este caso, por tanto, la concentración de los dos grandes poderes -civil y religioso- en el lugar más privilegiado y emblemático de todo el pueblo.

     

     

     

     

     

  • Ermita de la Soledad

     Pequeña ermita de la Patrona de Cózar la Virgen de la Soledad. Está encalada de blanco respetando el zócalo y las decoraciones de ladrillo.

    Es un edificio de una nave con planta rectangular, de 14×8 metros y de reciente construcción.

    Presenta un zócalo de piedra de 1,10 metros de altura. Su fábrica es de ladrillo, destacando la espadaña flanqueada por dos pináculos.

     La puerta principal se enmarca bajo un arco de ladrillo sobre el que se encuentra una cruz del mismo material como elemento decorativo.

    Llama la atención un sillar situado en la parte inferior izquierda de la fachada en el que se encuentra labrada una cruz paté.

    Es posible que la Ermita fuera asentada sobre los cimientos de otra construcción de cronología anterior.

    Esta ermita es cuidada y atendida por los vecinos y en ella se encienden y adornan las Cruces de Mayo.

     

     

  • Ermita y Parque de San Antón

    Es una pequeña ermita con un estilo muy similar a otra de las ermitas de la localidad (la de la Soledad) pero con la diferencia de que ésta está sin encalar. 

    Es un edificio de una sola nave que tiene una planta rectangular de pequeñas dimensiones (6×11 metros). 

    En su entorno cuenta con una zona de juego infantil y una zona ajardinada. 

    Está construida con mampostería de caliza flanqueada por esquinas de ladrillo macizo dispuestos a soga y tizón. 

    La cubierta es a dos aguas. La puerta de ingreso se enmarca en un arco apuntado fabricado con ladrillo, rematada por un óculo elíptico y un rosetón circular en el tímpano que es de construcción posterior al resto de la ermita. 

    En la parte superior se dispone una espadaña flanqueada por dos pináculos.

    Se trata de una construcción contemporánea, aunque su origen puede ser anterior. 

    Esta ermita es cuidada y atendida por los vecinos y en ella se encienden y adornan las Cruces de Mayo.

     

     

  • Ermita del Santísimo Cristo de la Veracruz

    Esta ermita está dedicada al patrón del pueblo, el Santísimo Cristo de la Vera Cruz, y se sitúa en la plaza de la localidad, justo enfrente de la iglesia de San Vicente Mártir. En su interior hay un elaborado retablo con numerosas imágenes que custodian al Cristo, como son Santa Crispina, El Nazareno y una imagen de Cristo Resucitado. El retablo ha sido restaurado recientemente, estando ahora cubierto por pan de oro.

    Es un edificio barroco de pequeñas dimensiones y armónicas proporciones, que desarrolla planta de cruz griega. La fábrica exterior es de mampostería en piedra moliz, con sillares dispuestos a soga y tizón en las esquinas. Una verdugada de ladrillos verticales sirve de línea de imposta, enlazando con la cámara de la cubierta.

    La puerta de ingreso se abre en la fachada oriental bajo arco de medio punto, con dovelas que alternan el tono rojizo y el ocre.  Sin embargo, en las jambas predomina el primero sobre éste.

    Encima de la imposta se halla un hastial con pequeñas molduras fabricadas en ladrillo. En el tímpano se abre un óculo formado por dovelas ocres y rojas. Está coronado por espadaña con arco de medio punto y remates piramidales a ambos lados.

    La cubierta es de teja curva y a dos aguas en el lado de la fachada principal, mientras los brazos del crucero se cubren a tres aguas. El cimborrio, cúbico, lo hace a cuatro.

    En el interior destaca la cúpula del crucero. Pilastras adosadas soportan cuatro arcos de medio punto, cuyo intradós está decorado con yeserías doradas que reproducen motivos vegetales.

    Esta Ermita-Oratorio fue expoliada en la Guerra Civil del 1936, desapareciendo, entre otros elementos, el retablo. Por ello, el interior se encuentra muy restaurado.

    Por lo que a la imaginería se refiere, en su interior se venera al Santísimo Cristo que da nombre a la Ermita. Es una talla en madera cuyo origen se remonta al siglo XVIII. Fue destruido durante la Guerra Civil y del original sólo se conserva la cabeza. También se encuentra una antigua talla de Santa Crispina. Ésta, según los vecinos, fue la primigenia advocación de la Ermita. A ella se refieren las Relaciones Topográficas de Felipe II de Cózar, al señalar que:

     “…demas de los dias de holgar de precepto guardan en esta villa el dia…de sancta Crispina, ques una ermita questa en esta villa de la dicha advocación”.

    Asimismo, el Libro de Visitas de la Orden recoge la siguiente descripción:

    “Visitose la hermita de santa Cristina ques dentro del dicho lugar. Es una hermita fecha de un cuerpo las paredes de tierra cubierta de madera de pino bien labrada…esta la ymagen de santa Cristina de bulto en un tabernáculo de talla blanca y tiene un paño de terciopelo negro con una cruz de carmesí el qual es de la cofradía…”.

    No obstante, se carece de datos para confirmar si la actual Ermita del Santo Cristo se ha levantado sobre las ruinas de la antigua Ermita de Santa Cristina (Crispina), o bien tan sólo conserva su memoria, siendo distinta la ubicación original de ésta.

    El patrón del pueblo celebra sus fiestas el 14 de septiembre con procesión y es ese día cuando se celebra una fiesta de carácter popular y muy concurrido, llamada “Las Tacillas”.

    Una de las tradiciones más antiguas en Cózar es este juego, que sucede durante los cuatro o cinco días cercanos al 14 de Septiembre, con motivo de las fiestas en honor del patrón de la localidad. Los orígenes de este juego se remontan a los siglos XIV y XV y aún se conservan dos tacillas (concavidades en el suelo), situadas en la parte posterior de la Ermita del Cristo. El juego consiste en lanzar ocho bolas a las tacillas; si el número de bolas que caen en el interior de ellas es par, gana la banca, si es impar, ganan los apostantes. Las tacillas son subastadas públicamente el día anterior al comienzo de las fiestas y el dinero recaudado es destinado a la Cofradía del Cristo, para el mantenimiento de la Ermita.

     

     

     

  • Las Tacillas

    Una de las fiestas más conocidas, es el juego de Las Tacillas, que tiene lugar durante los cuatro o cinco dís cercanos al 14 de septiembre, con motivo de las fiestas en honor del Santisímo Cristo de la Veracruz, patrón de la localidad.

    Los oígenes de este juego se remontan a los siglos XIV XV y aún conservan 'dos tacillas' en la parte posterior de la Ermita del Cristo.

    Es un juego de hazar. El juego consiste en lanzar ocho bolas a las tacillas; si el número que cae en el interior de ellas es par, gana la banca, si es impar ganan los apostantes. Las tacillas son subastadas públicamente el día anterior al comienzo de las fiestas y el dinero recaudado es destinado a la Cofradía del Cristo, para el mantenimiento de la Ermita.

    Este juego, original, curioso y de gran tradición es muy conocido en toda la provincia.

    Pertenecen a la ermita del Santísimo Cristo de la Vera Cruz, patrón del pueblo. Constan de dos concavidades de 2,20m de largo por 1,30m de ancho, y unos 25cm de profundidad con forma ovalada. Cada concavidad está bordeada en ladrillo, y el interior está hecho de cemento. En el lado más hondo se encuentra la “cazuela” o “tacilla”, una hendidura redonda a la que acompañan dos hendiduras más largas llamadas “rendijas”. Se juega con ocho bolas de barro cocido.

     

     

     

  • Solance y Ermita de San Isidro

    A 5km de Cózar en dirección a Valdepeñas, podemos encontrar un paraje llamado Solance. En este lugar se celebra el 15 de mayo la fiesta en honor al patrón de los agricultores, San Isidro Labrador, ya que allí se encuentra su ermita. Está construída en un cortijo en ruinas, y es la unica estancia que se mantiene bien conservada. También se alberga en su interior la imagen de San Cristóbal.

     

     

     

  • Puerta de la Casa de la Inquisición

    Casa solariega muy alterada, la mayor parte son corrales. En la tapia se conserva una buena portada renacentista, con un buen despiece de sillares y dovelas, en original distribución, en modillones labrados en falso. Tiene un pequeño escudo. En la actualidad se encuentra blanqueada con cal.

    La tradición oral cuenta que esta era la Casa de Inquisición. En su interior fue descubierto un pasadizo con una puerta, aunque se desconocen más datos. La casa es de propiedad privada.

    ·Calle Fray Gregorio, 3
    ·Siglo más relevante: XVIII
    ·Estilo más relevante: Renacentista

     

     

     

  • Puerta de la Casa de los Montero

    Casa solariega de traza simple. La fachada tiene una entrada enmarcada por un arco de medio punto en piedra, con fuertes dovelas, cuyas características de luces y formas, incluyendo la arquivolta, parecen del siglo XIV. Tiene un escudo de armas.

    La casa fue utilizada como convento de Carmelitas, en el que pasó una noche Santa Teresa quien iba de camino a Torre de Juan Abad. En su interior aún se conservan las maderas originales del techo.

    ·Calle Santa Ana, 12
    ·Siglo más relevante: XVII
    ·Estilo más relevante: Renacentista

     

     

     

     

  • Puerta de la Casa de los Espinosa

    Pertenece a una casa solariega de traza simple. Su fachada se encuentra alterada pero aún conserva la portada renacentista constituida por sillares en modillones, dovelas y escudo de armas. Interior adaptado al uso actual de la vivienda.

    ·Calle Santa Ana, 6
    ·Siglo más relevante: XVIII
    ·Estilo más relevante: Renacentista

    Pertenecía a la familia de hidalgos Espinosa.

     

     

     

  • Chozo de la Tía Pelina

    Chozo Tia Pelina

     En las inmediaciones de Cózar, hacia el este, podemos encontrar el Chozo de la Tía Pelina.

    Un chozo es un refugio que se construía a la intemperie con piedra o ramaje. Su planta suele ser circular o elíptica y culmina en una falsa cúpula. Tradicionalmente se construían con hiladas de lajas sin utilizar argamasa entre ellas.

    Se extienden a lo largo de la península, aunque su forma y nombre cambian dependiendo del lugar. Por ejemplo, en Tomelloso y alrededores toman el nombre de bombos.

    CHOZO TIA PELINA

    Eran utilizados por pastores y agricultores para pernoctar o resguardarse de las inclemencias del tiempo. Los chozos de los labradores son mayores, ya que además de pesebre, tenían cocina y espacio para los aperos. Los chozos de los pastores eran más humildes, con espacio para una o dos personas. En este caso, el Chozo de la Tía Pelina tiene un espacio reducido y una pequeña apertura que servía como chimenea.

    Alrededor del chozo se pueden encontrar fosas.

     

     

     

     

  • Casa del Monte

    A 2’5 km del pueblo en dirección sureste, está localizada la Casa del Monte. En su inicio, era un terreno de gran extensión en el que se plantaba trigo, garbanzos, lentejas, viñedo, maíz y también se criaban cerdos. Daba trabajo a mucha gente del pueblo. Había un taller de mecánicos, vivían varias familias allí y tenian guardias propios.

    En aquella época se celebraba allí San Isidro, era una fiesta bastante importante y se hacia romería grande desde la ermita de la Soledad. El padre de los propietarios venia todas las Navidades y daba de comer en la puerta de la iglesia a quien lo necesitase para que nadie en el pueblo pasase hambre en esas fechas. Tenian torre de electricidad propia. Tenian bar para los trabajadores, y capilla propia pero hubo un incendio y se quemó. En la actualidad posee bodega, pero es de reciente construcción.

     

     

     

  • Iglesia de San Vicente Mártir

     

    La iglesia parroquial de San Vicente Mártir, de Cózar comenzó a ser construida a finales del siglo XV y se terminó en la segunda década del siglo XVI, periodo de transición del Gótico al Renacimiento. Posteriormente fue sometida a la restauración de las partes dañadas que le aportó una decoración neoclásica, obra de la escuela académica de Ventura Rodríguez. Fue declarada Monumento Histórico Artístico en 1983.

    La advocación del templo es la de San Vicente Mártir, diácono del Obispo San Valerio, a quien se consideró vencedor durante la Edad Media de todos los vicios carnales, además de dotado de las virtudes de la sabiduría, la limpieza de corazón y la constancia.

    De planta rectangular, el interior está compuesto de una sola nave muy alta con una capilla a los pies. Está construida en piedra de sillería de arenisca rojiza, aunque en algunos puntos el muro está construido con mampostería. En el exterior se pueden apreciar contrafuertes que se complementan con columnas adosadas en el interior para soportar el peso de las bóvedas, que son de crucería sencilla, y a tono con el resto de elementos. La cubierta es a dos aguas, con teja curva. A los pies se encuentra la sacristía del siglo XVIII y en la parte superior el coro apoyado en ménsulas.

    La torre es de tres alturas y se encuentra adosada en el lado de los pies. Se compone de cubiertas a cuatro aguas sin capitel. En su tramo superior se encuenta el campanario con cuatro vanos dobles de medio punto, uno por cada lateral. En su interior alberga dos campanas. La pequeña, de 180 kilogramos fue donada por la Hermandad del Santo Cristo en 1955. Tiene una inscripción en latín que dice: “Alabo al Dios verdadero, llamo al pueblo, concrego al clero, lloro a los difuntos, hago huir las malas nubes y alegro las fiestas”. La campana mayor pesa 300 kilogramos y tiene nombre propio: Santa Bárbara. Fue fundida en 1732 y es la que se utiliza para dar las horas del reloj. Durante décadas tuvo una gran fisura que fue reparada alrededor de 1994, lo que mejoró su sonoridad. La parte superior de esta torre contiene, desde hace ya cerca de un siglo, el reloj oficial que marca el transcurrir de la vida de Cózar. Este posee un sistema de contrapesas que se encuenta en impecable estado.

    En su interior destacan la pila de agua bendita y la pila bautismal. La iglesia también posee un órgano, aunque éste se encuentra en ruinas.

    Pueden apreciarse, además, símbolos y escudos de la Orden de Santiago en diversas partes de la fachada y el interior. Esta iglesia no posee las quince estaciones del Vía Crucis, pero en su lugar podemos hallar quince cruces de la orden de Santiago con números romanos sobrepuestos.

    Destacan las portadas de acceso. La puerta principal está abierta por un arco de medio punto con dobles columnas clásicas sobre alto plinto. En ella se representan escenas del Calvario

    La puerta norte se compone de arco de medio punto adovelado, con doble roseton avenerado en las enjutas.

    Se sitúa en una plazuela en la que confluyen tres ejes viarios con forma de tridente. Se trata de la ampliación barroca de un trazado antiguo medieval situado en las cercanías de la Plaza del Santísimo Cristo, muy próxima a la antigua Casa Consistorial. Se repite en este caso, por tanto, la concentración de los dos grandes poderes -civil y religioso- en el lugar más privilegiado y emblemático de todo el pueblo.

     

     

     

     

     

  • Ermita de la Soledad

     Pequeña ermita de la Patrona de Cózar la Virgen de la Soledad. Está encalada de blanco respetando el zócalo y las decoraciones de ladrillo.

    Es un edificio de una nave con planta rectangular, de 14×8 metros y de reciente construcción.

    Presenta un zócalo de piedra de 1,10 metros de altura. Su fábrica es de ladrillo, destacando la espadaña flanqueada por dos pináculos.

     La puerta principal se enmarca bajo un arco de ladrillo sobre el que se encuentra una cruz del mismo material como elemento decorativo.

    Llama la atención un sillar situado en la parte inferior izquierda de la fachada en el que se encuentra labrada una cruz paté.

    Es posible que la Ermita fuera asentada sobre los cimientos de otra construcción de cronología anterior.

    Esta ermita es cuidada y atendida por los vecinos y en ella se encienden y adornan las Cruces de Mayo.

     

     

  • Ermita y Parque de San Antón

    Es una pequeña ermita con un estilo muy similar a otra de las ermitas de la localidad (la de la Soledad) pero con la diferencia de que ésta está sin encalar. 

    Es un edificio de una sola nave que tiene una planta rectangular de pequeñas dimensiones (6×11 metros). 

    En su entorno cuenta con una zona de juego infantil y una zona ajardinada. 

    Está construida con mampostería de caliza flanqueada por esquinas de ladrillo macizo dispuestos a soga y tizón. 

    La cubierta es a dos aguas. La puerta de ingreso se enmarca en un arco apuntado fabricado con ladrillo, rematada por un óculo elíptico y un rosetón circular en el tímpano que es de construcción posterior al resto de la ermita. 

    En la parte superior se dispone una espadaña flanqueada por dos pináculos.

    Se trata de una construcción contemporánea, aunque su origen puede ser anterior. 

    Esta ermita es cuidada y atendida por los vecinos y en ella se encienden y adornan las Cruces de Mayo.

     

     

  • Ermita del Santísimo Cristo de la Veracruz

    Esta ermita está dedicada al patrón del pueblo, el Santísimo Cristo de la Vera Cruz, y se sitúa en la plaza de la localidad, justo enfrente de la iglesia de San Vicente Mártir. En su interior hay un elaborado retablo con numerosas imágenes que custodian al Cristo, como son Santa Crispina, El Nazareno y una imagen de Cristo Resucitado. El retablo ha sido restaurado recientemente, estando ahora cubierto por pan de oro.

    Es un edificio barroco de pequeñas dimensiones y armónicas proporciones, que desarrolla planta de cruz griega. La fábrica exterior es de mampostería en piedra moliz, con sillares dispuestos a soga y tizón en las esquinas. Una verdugada de ladrillos verticales sirve de línea de imposta, enlazando con la cámara de la cubierta.

    La puerta de ingreso se abre en la fachada oriental bajo arco de medio punto, con dovelas que alternan el tono rojizo y el ocre.  Sin embargo, en las jambas predomina el primero sobre éste.

    Encima de la imposta se halla un hastial con pequeñas molduras fabricadas en ladrillo. En el tímpano se abre un óculo formado por dovelas ocres y rojas. Está coronado por espadaña con arco de medio punto y remates piramidales a ambos lados.

    La cubierta es de teja curva y a dos aguas en el lado de la fachada principal, mientras los brazos del crucero se cubren a tres aguas. El cimborrio, cúbico, lo hace a cuatro.

    En el interior destaca la cúpula del crucero. Pilastras adosadas soportan cuatro arcos de medio punto, cuyo intradós está decorado con yeserías doradas que reproducen motivos vegetales.

    Esta Ermita-Oratorio fue expoliada en la Guerra Civil del 1936, desapareciendo, entre otros elementos, el retablo. Por ello, el interior se encuentra muy restaurado.

    Por lo que a la imaginería se refiere, en su interior se venera al Santísimo Cristo que da nombre a la Ermita. Es una talla en madera cuyo origen se remonta al siglo XVIII. Fue destruido durante la Guerra Civil y del original sólo se conserva la cabeza. También se encuentra una antigua talla de Santa Crispina. Ésta, según los vecinos, fue la primigenia advocación de la Ermita. A ella se refieren las Relaciones Topográficas de Felipe II de Cózar, al señalar que:

     “…demas de los dias de holgar de precepto guardan en esta villa el dia…de sancta Crispina, ques una ermita questa en esta villa de la dicha advocación”.

    Asimismo, el Libro de Visitas de la Orden recoge la siguiente descripción:

    “Visitose la hermita de santa Cristina ques dentro del dicho lugar. Es una hermita fecha de un cuerpo las paredes de tierra cubierta de madera de pino bien labrada…esta la ymagen de santa Cristina de bulto en un tabernáculo de talla blanca y tiene un paño de terciopelo negro con una cruz de carmesí el qual es de la cofradía…”.

    No obstante, se carece de datos para confirmar si la actual Ermita del Santo Cristo se ha levantado sobre las ruinas de la antigua Ermita de Santa Cristina (Crispina), o bien tan sólo conserva su memoria, siendo distinta la ubicación original de ésta.

    El patrón del pueblo celebra sus fiestas el 14 de septiembre con procesión y es ese día cuando se celebra una fiesta de carácter popular y muy concurrido, llamada “Las Tacillas”.

    Una de las tradiciones más antiguas en Cózar es este juego, que sucede durante los cuatro o cinco días cercanos al 14 de Septiembre, con motivo de las fiestas en honor del patrón de la localidad. Los orígenes de este juego se remontan a los siglos XIV y XV y aún se conservan dos tacillas (concavidades en el suelo), situadas en la parte posterior de la Ermita del Cristo. El juego consiste en lanzar ocho bolas a las tacillas; si el número de bolas que caen en el interior de ellas es par, gana la banca, si es impar, ganan los apostantes. Las tacillas son subastadas públicamente el día anterior al comienzo de las fiestas y el dinero recaudado es destinado a la Cofradía del Cristo, para el mantenimiento de la Ermita.

     

     

     

  • Las Tacillas

    Una de las fiestas más conocidas, es el juego de Las Tacillas, que tiene lugar durante los cuatro o cinco dís cercanos al 14 de septiembre, con motivo de las fiestas en honor del Santisímo Cristo de la Veracruz, patrón de la localidad.

    Los oígenes de este juego se remontan a los siglos XIV XV y aún conservan 'dos tacillas' en la parte posterior de la Ermita del Cristo.

    Es un juego de hazar. El juego consiste en lanzar ocho bolas a las tacillas; si el número que cae en el interior de ellas es par, gana la banca, si es impar ganan los apostantes. Las tacillas son subastadas públicamente el día anterior al comienzo de las fiestas y el dinero recaudado es destinado a la Cofradía del Cristo, para el mantenimiento de la Ermita.

    Este juego, original, curioso y de gran tradición es muy conocido en toda la provincia.

    Pertenecen a la ermita del Santísimo Cristo de la Vera Cruz, patrón del pueblo. Constan de dos concavidades de 2,20m de largo por 1,30m de ancho, y unos 25cm de profundidad con forma ovalada. Cada concavidad está bordeada en ladrillo, y el interior está hecho de cemento. En el lado más hondo se encuentra la “cazuela” o “tacilla”, una hendidura redonda a la que acompañan dos hendiduras más largas llamadas “rendijas”. Se juega con ocho bolas de barro cocido.

     

     

     

  • Solance y Ermita de San Isidro

    A 5km de Cózar en dirección a Valdepeñas, podemos encontrar un paraje llamado Solance. En este lugar se celebra el 15 de mayo la fiesta en honor al patrón de los agricultores, San Isidro Labrador, ya que allí se encuentra su ermita. Está construída en un cortijo en ruinas, y es la unica estancia que se mantiene bien conservada. También se alberga en su interior la imagen de San Cristóbal.

     

     

     

  • Puerta de la Casa de la Inquisición

    Casa solariega muy alterada, la mayor parte son corrales. En la tapia se conserva una buena portada renacentista, con un buen despiece de sillares y dovelas, en original distribución, en modillones labrados en falso. Tiene un pequeño escudo. En la actualidad se encuentra blanqueada con cal.

    La tradición oral cuenta que esta era la Casa de Inquisición. En su interior fue descubierto un pasadizo con una puerta, aunque se desconocen más datos. La casa es de propiedad privada.

    ·Calle Fray Gregorio, 3
    ·Siglo más relevante: XVIII
    ·Estilo más relevante: Renacentista

     

     

     

  • Puerta de la Casa de los Montero

    Casa solariega de traza simple. La fachada tiene una entrada enmarcada por un arco de medio punto en piedra, con fuertes dovelas, cuyas características de luces y formas, incluyendo la arquivolta, parecen del siglo XIV. Tiene un escudo de armas.

    La casa fue utilizada como convento de Carmelitas, en el que pasó una noche Santa Teresa quien iba de camino a Torre de Juan Abad. En su interior aún se conservan las maderas originales del techo.

    ·Calle Santa Ana, 12
    ·Siglo más relevante: XVII
    ·Estilo más relevante: Renacentista

     

     

     

     

  • Puerta de la Casa de los Espinosa

    Pertenece a una casa solariega de traza simple. Su fachada se encuentra alterada pero aún conserva la portada renacentista constituida por sillares en modillones, dovelas y escudo de armas. Interior adaptado al uso actual de la vivienda.

    ·Calle Santa Ana, 6
    ·Siglo más relevante: XVIII
    ·Estilo más relevante: Renacentista

    Pertenecía a la familia de hidalgos Espinosa.

     

     

     

  • Chozo de la Tía Pelina

    Chozo Tia Pelina

     En las inmediaciones de Cózar, hacia el este, podemos encontrar el Chozo de la Tía Pelina.

    Un chozo es un refugio que se construía a la intemperie con piedra o ramaje. Su planta suele ser circular o elíptica y culmina en una falsa cúpula. Tradicionalmente se construían con hiladas de lajas sin utilizar argamasa entre ellas.

    Se extienden a lo largo de la península, aunque su forma y nombre cambian dependiendo del lugar. Por ejemplo, en Tomelloso y alrededores toman el nombre de bombos.

    CHOZO TIA PELINA

    Eran utilizados por pastores y agricultores para pernoctar o resguardarse de las inclemencias del tiempo. Los chozos de los labradores son mayores, ya que además de pesebre, tenían cocina y espacio para los aperos. Los chozos de los pastores eran más humildes, con espacio para una o dos personas. En este caso, el Chozo de la Tía Pelina tiene un espacio reducido y una pequeña apertura que servía como chimenea.

    Alrededor del chozo se pueden encontrar fosas.

     

     

     

     

  • Casa del Monte

    A 2’5 km del pueblo en dirección sureste, está localizada la Casa del Monte. En su inicio, era un terreno de gran extensión en el que se plantaba trigo, garbanzos, lentejas, viñedo, maíz y también se criaban cerdos. Daba trabajo a mucha gente del pueblo. Había un taller de mecánicos, vivían varias familias allí y tenian guardias propios.

    En aquella época se celebraba allí San Isidro, era una fiesta bastante importante y se hacia romería grande desde la ermita de la Soledad. El padre de los propietarios venia todas las Navidades y daba de comer en la puerta de la iglesia a quien lo necesitase para que nadie en el pueblo pasase hambre en esas fechas. Tenian torre de electricidad propia. Tenian bar para los trabajadores, y capilla propia pero hubo un incendio y se quemó. En la actualidad posee bodega, pero es de reciente construcción.